
Hace muchos años, y casi por casualidad, comencé a coleccionar sobrecitos de azúcar y edulcorante. Poco a poco esto que empezó como un pasatiempo, se fue convirtiendo en una pasión, en la que involucré a mi familia, amigos, y amigos de mis amigos.
Gracias a la buena voluntad de todos ellos, hoy puedo decir orgullosa que cuento con más de 3500 sobrecitos de 43 países distintos, cifras que estoy dispuesta a superar.
Con la complicidad de una de mis hijas, puedo disponer de este espacio para mostrar mi colección y comunicarme con gente que comparta mi locura o quiera aportar un granito de arena.
Graciela.
.